¿Por qué sonreir? La confusión lo amerita. El destanteo invita. Siempre y cuando haya dulzura.
Una melodía que se permite detener y acelerar, tal como cuando uno titubea… se envuelve en una atmósfera que parece improvisar constántemente; siempre esforzándose por complacer.
Entrégense.
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Technorati Tags: Darwin Deez
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